Ilusiones



La ima­gi­na­ción en­sa­ya dos ma­nio­bras de res­ca­te: in­crus­tar­me en una es­ce­na fic­ti­cia (fan­ta­sear); des­in­crus­tar­me de una es­ce­na real (abs­traer­me, ver la si­tua­ción que me rodea como si viera una pe­lí­cu­la, como si yo fuese es­pec­ta­dor y no par­ti­ci­pan­te). En ambos casos re­duz­co mi sen­sa­ción de vul­ne­ra­bi­li­dad: o por­que par­ti­ci­po en algo inofen­si­vo o por­que hago inofen­si­vo aque­llo en lo que par­ti­ci­po.

Hay 1 comentario:

dmp
1 5 de septiembre de 2008, 12:33

Estimado Z

Una pequeña turbulencia en una ciénaga o un estanque, puede despertar acaso a un hombre o un ejército, en cualquier lugar del mundo. Gracias por ensayar públicamente sobre la sal, la Muerte y otros temitas.

dmp